miércoles, 19 de febrero de 2014

cuaderno de viaje 2013 { cap 07 }

Cuaderno de viaje 2013 { cap 07: Praga y Berlín }

Estos cuadernos de viaje son distintos a los demás, tienen menos dedicación en las ilustraciones, me preocupé principalmente por registrar todo, algunas cosas con dibujos, muchas con textos, y algo con recortes y papeles pegados.
Los apuntes están hechos a la apurada, Aprovechando los tiempos de viajes, las esperas en el aeropuerto, cada ratito servía para anotar cosas en el cuaderno. A veces no tenía un lugar para apoyar, no había buena luz o estaba medio dormido.
El resultado es un cuaderno sincero, todas las páginas serán publicadas sin censura!, con sus errores, tachones, faltas de ortografía (tremendas, más de lo normal del blog), etc.


Ya están publicados Milán, Florencia, Roma, NápolesSorrento y Venecia :)



(Si no carga la publicación, click aquí para verlo directo en issuu)

{ Martes, 18 de junio de 2013 }

Buen día Praga.

Nos levantamos bien temprano, 7:30. Con el cambio de horario en el vuelo de ida tuvimos que concentrar Praga en un sólo día :(
Desayunamos lo que habíamos comprado el día anterior en un mini mercado 24hs, intentamos hacerlo en nuestra cama de diseño, pero fue más cómodo usar las sillas.
Salimos a pasear.

Primero pasamos por la misma plaza que visitamos por la noche, entramos a la Iglesia Ludmila. Está muy buena adentro, bien distinto a lo que habíamos visto en Italia.
Paseamos por la plaza y vimos mejor la muestra que había en la plaza.
Entendimos por qué había un escenario en el medio de la plaza, con todos los bancos de la misma como tribuna: era un festival de fin de cursos de una escuela!
Hacían las mismas cosas que se hacen acá: cantan y bailan. Las maestras en el medio, atrás de los niños hacen los mismos movimientos que los chiquilines checos.
Había poca gente, los padres se ve que no se cuelgan tanto con los festivales escolares.
Esa noche al volver al apartamento los bancos ya estaban es un lugar natural y no había más escenario.

Agarramos para el centro. El transito de peatón en Praga se te complica a veces, en algunas esquinas no se puede cruzar, o calles sin vereda. Hay que estar atentos a las señales, no se puede andar pantereando.

Paseamos por un parque muy lindo, el olor era muy agradable, floral.
Llegamos al museo nacional, estaba cerrado, igual no era nuestra idea entrar. Sacamos fotos.


Justo ahí nace la Wanceslas Square, una avenida comercial. En el camino del aeropuerto al hotel la vimos con sus luces, muy lindo.


Nos fuimos a la estación. Nuevamente nos trancamos caminando, calles sin vereda, sin cruces de peatón. Vimos que había unos caminos subterráneos, fuimos por ahí.
La estación está en reformas (calculo que en Europa un 30% de las cosas debe estar en obras, si no es más!), la entrada era un poco pantera. Pero cuando bajamos una escalera mecánica aparecimos en un Shopping! Tremenda estación.
Compramos los pasajes a Berlín, un poco caros, pero es un viaje largo en tren.
Volvemos a la Wanceslas, pasamos de nuevo por el camino subterráneo, había algunos fichas raros, pero nos fue tranqui. Por algo no había nadie en esos caminos subterráneos, por algo será.

Paseamos por la avenida comercial, estaba lleno de cambios, todos muuuuuuucho mejores que el del aeropuerto y sin comisiones!
A esa altura eran casi las 11 de la mañana, y el sol arrancó a pegar. Pensamos que al salir de Italia íbamos a zafar del calor, estábamos muy equivocados: ¡QUE CALOR HACE EN PRAGA!
Nos metimos en una galería para escapar un poco del sol, íbamos camino al Mucha Museum. Llegué muerto de calor, pero adentro del museo estaba bien.

El Museo de Alfons Mucha es muy chiquito, pero con obras muy interesantes. Me encantó verlas en vivo! Había algunos originales, muchas impresiones de afiches y algunas pruebas fallidas de impresión (me encantaron esas).
También había algunas fotos, que Mucha sacaba para estudiar poses y luego realizar las ilustraciones, poder ver ese proceso me encantó.
Luego cosas personales, una parte de óleos que pintaba, a mí no me gustó mucho esa parte. También proyectaban un documental, Tania que se sentía mal se sentó un poco a verlo. El sol pega, a veces te sentís mal y te mareas y te duele la cabeza.
No estuvimos mucho visitando el museo, es cortito de ver y queríamos ver otras cosas.

Pasamos por un local de Koh-I-Noor, pero estaba cerrado. Habían salido a descansar o algo que no entendimos :(


Pasamos por la Torre de Pólvora (muy linda), al lado está la casa municipal, un edificio art nouveau divino. En la guía que nos regalaron en la camioneta que nos trajo desde el aeropuerto recomendaban su visita, hay un museo, pero también varios bares a los que se puede ir a tomar algo a un precio normal (a la hora que fuimos aún no estábamos para tragos). Paseamos por adentro, miramos algunos y sacamos varias fotos. Está muy bueno.


Nos fuimos caminando hasta el Old Town Square que era a un par de cuadras de donde estábamos. Vimos el reloj astronómico que era más chiquito de lo que me imaginaba. Como no era la hora en punto no vimos el espectáculo.
El sol estaba pegando cada vez más, teníamos hambre. Decidimos ir a comer a uno de los bares recomendados en nuestra guía, que decían que no eran tan turísticos ni tan caros. Los de la guía son unos crá, te decías: "desconfiar de los bares-restaurant que ofrecen la carta en checo y en ingles, desconfiar aún más de los que sólo la tienen en ingles!"
Igualmente en checo es muy difícil entender algo, no se entiende nada.
El recomendamos que elegimos estaba lleno, así que como no podíamos caminar más entramos a uno que no estaba en la guía, pero no estaba un poquito alejado de la zona más turística.

Un señor nos explicó la carta en ingles, luego nos atendió una moza que hablaba mejor.
Yo no se bien que pedí, entendía los ingredientes.
Muchos de los platos en las cartas de Praga vienen expresados en peso, el que elegí yo era de 200gr. Decía que traía queso y cerdo, y era muy rico! Algo así como una picada de fiambres, queso y salsitas muy picantes, una era de horseradish.
Tania pidió un gulash típico de la zona, algo así como un guiso con carne y verduras, que vino dentro de algo parecido a una cazuela de pan, con tapita :)
Estaba tan caliente y fuerte, nada apropiado para el día caluroso. La gente local nos miraba comiendo eso, pero era tan rico que valió la pena.
Además nos tomamos dos jarras de cerveza de medio litro. En Praga se toman buenas cervezas.
Algo muy bueno de Praga es que es muy barato (para Europa), todo nos salió menos de 400 coronas, menos de 16€, que en ese momento era algo así como 400 pesos uruguayos.

En Praga cuando se te termina la cerveza viene el mozo y te pregunta siempre si queres más, es una descortesía si no te ofrecen más cerveza. No hay que ir con el sí fácil.
Ahora hacía mucho calor, con medio litro de cerveza arriba y luego de pasar por la experiencia gulash y salsa picante, encaramos a pasear, cruzar el puente e ir del otro lado del Moldava.

Antes pasamos por una tienda muy linda, que entramos de casualidad porque vimos algo lindo, y así descansar un poco del sol. Nos encontramos con un local lleno de posters y postales preciosas, que eran replicas de posters históricos, algunos con ilustraciones viejas que fueron las que decidimos comprar.
Ahora que me siento a escribir y pasar en limpio el cuaderno, buscando links de los lugares que fuimos, me entero un poco más del proyecto. Es una empresa que tiene como misión generar empleo para personas con discapacidades mentales y físicas. Se llama Agentura ProVas.

Luego fuimos caminando por la sombra, pasamos por la Iglesia de Nuestra Señora en frente del Týn, una iglesia muy linda que esta tapada parcialmente por otro edificio del Old Town Square, cosa que es bastante común con bastantes iglesias en Praga. No entramos porque cobraban entrada, vimos desde la puerta.

Tomamos un helado, extrañábamos los helados italianos. Pedí uno de pistachio, estaba bien, Tania uno de mango (u otra fruta tropical, no me acuerdo) que no estaba nada bueno.
Seguimos caminando, pasamos nuevamente por el reloj, faltaba media hora para la hora en punto y como no había nada de sombra seguimos caminando y dejamos para luego el espectáculo del reloj.
En un momento tuvimos que parar y entrar a un local por el aire acondicionado.
Se nos terminó el agua, me arranqué a sentir mal. Tania venía medio mal desde que llegamos al museo de Mucha. Igual seguimos recorriendo y viendo cosas lindas.


Cruzamos el Charles Bridge, a pesar de que Praga estaba lleno de turistas el puente estaba medio vacío. Es un puente muy lindo, cada pocos metros una escultura, muy recomendable la visita (pero vayan más temprano o más tarde, o que no sea verano!).
Estaba lleno de vendedores, artesanos y caricaturistas trabajando, tenían unas sombrillas enormes para protegerse del sol.
Al cruzar el puente moríamos de sed, vimos un mini mercado y nos mandamos buscando un agua fría. No había nada frío, alguna cerveza y en el fondo una Pepsi light en lata, aceptablemente frías. La tomamos como en una propaganda, nos hizo bien.

Seguimos caminando, llegamos a una iglesia linda, pero no entramos íbamos camino al Castillo de Praga, pasamos por lugares muy lindos, bares, tabernas medievales. Todo precioso.


Para llegar al castillo teníamos que subir una calle tipo escalera, bastante larga.
Mientras subíamos veíamos lo lindo que es Praga <3 Es distinta a las ciudades italianas que visitamos antes, pero ese momento a pesar de ser bastante distintas me hizo acordar a Florencia, cuando subimos a Piazzale Michelangelo, sus colores.
Descansamos un poco en la escalera, frente a un local que vendía unos bizcochos típicos que son como un resorte, pero no teníamos hambre en ese momento.
Subimos hasta el castillo. Es muy grande, con diferentes estilos conviviendo en el complejo. Cuando entras te chocas con la Catedral de San Vito. Dentro hay un vitró diseñado por Alfons Mucha, pero como la catedral cerraba a las 16hs y llegamos 16:30hs no pudimos entrar :( Giliamos! nos atontó el calor, sabíamos que las iglesias cerraban a las 16hs.
No importó, la visitamos por fuera, que es preciosa. Tiene varias gárgolas que están buenísimas, con el desagüe de la lluvia salía por la boca.


Seguimos caminando por el castillo, que más que un castillo es una mini ciudad con bares, museos y tiendas. Hay un museo del juguete que estaba cerrado también, no se que tan interesante es, seguro estaba bueno entrar pero nuestra estadía en Praga fue muy breve.
Nos colamos unos minutos en un tour en español y nos enteramos de algunas cosas.
Luego salimos a unos jardines muy lindos, con una preciosa vista de Praga.


Paseamos por los jardines, muy prolijos, llenos de flores y con el pasto verde perfectito.
Vimos otra novia y novio sacándose fotos, otra vez orientales. Confirmado: Está de moda casarse en Europa para los asiáticos.
Salimos del jardín, otra vez estábamos muertos de sed, extrañábamos las canillas publicas de Italia.
Bajamos, nos fuimos paseando, a esa hora ya había bajado un poco el sol y estaba precioso para caminar. Queríamos volver al apartamento para bañarnos y salir más cómodos para disfrutar lo que quedaba de la jornada.

Los tickets del metro y tranvía se pueden comprar en unas maquinitas expendedoras en la calle, ya habíamos comprado unos en Roma con un sistema parecido. Veíamos que algunos podían comprar y otro no, la máquina estaba toda en checo y no entendíamos nada, aceptaba unas monedas y otras no. Intentamos dos veces y no pudimos, unos italianos que nos dieron charla tampoco pudieron pero nos pasaron el pique de que también se vendían en un quiosco.
Pasaron como diez tranvías que nos servían mientras intentábamos sacar el ticket! Pero lo logramos.
Según el mapa entendimos que el tranvía nos iba a dejar en un lugar cerca del apartamento, pero dobló en otra calle antes y terminamos en cualquier lado, caminamos unas cuatro cuadras en subida hasta una calle cercana a nuestro vecindario.
En ese camino encontramos una tienda moleskine, muy buena, chiquita, distinta a las italianas que vimos antes. Tenía todo dibujos en las paredes con una estética muy buena. Algunos productos estaban en oferta, pero eran agendas o cuadernos de Mickey, cosas así. Además no eran tan oferta...

Paseando llegamos al apartamento por un camino que no habíamos recorrido, descansamos un poco, nos bañamos y salimos todos limpitos, frescos y lindos.
Yo quería visitar los edificios danzantes de Frank Gehry, fuimos caminando desde el apartamento.
Eran VEINTE cuadras! En el mapa parecía poco, pero fue mucho. Tania fue un poco engañada, pobre.
El edificio está bueno, es más chiquito de lo que parecía en las fotos. Muchas cosas de las que quería ver de Praga eran más chicas de lo que me imaginaba, pero todo más lindo.


Seguimos caminando todo por el costado del canal. Las calles tenían nombres raros y difíciles de pronunciar: Masarykovo nábřeží  o Smetanovo nábreží.
Se fue haciendo de noche, Praga de noche es preciosa. Fuimos a uno de los bares recomendados por la guía, decía que eran especialistas en cervezas (igual no había más de cuatro o cinco variedades de cerveza). Nos ubicaron en una mesa adentro, pedimos un plato similar al que yo pedí al mediodía, con otras salsas y unas verduras (pimientos, lechuga y tomate). Además pedimos unos palitos de pan frito muy ricos. No recuerdo la marca de la cerveza, pero era muy buena.


El bar estaba muy bueno, oscuro, con charlas en checo, muchos veteranos en la vuelta. Muy lindo ambiente. Pasamos lindo, nos fuimos contentos a pasear un ratito por la noche de Praga.
Fuimos a ver el reloj astronómico nuevamente, pero esta vez si vimos el show de la hora en punto.
Esperamos unos minutos, había bastante gente, con las cámaras esperando la foto, filmando todo, viendo a través de la cámara. Nosotros nos concentramos en mirarlo y abandonar las fotos.
Está bueno, pero la verdad no me pareció un gran espectáculo. Unos muñequitos pasan por una ventanita, un esqueleto toca la campanita. Tenía todo una red de plástico sujetando todo, no se si para que no roben nada o para que no se caiga...

Luego nos fuimos a buscar el postre, el famoso bizcocho en forma de rulo/resorte. No se el nombre...
En esa panadería mostraban como se hacía y todo, era bastante caro para lo que era, pero estuvo bueno probarlo. Son como las tortas fritas en Uruguay.

Volvimos caminando, yo tenía un cacho de preocupación por la vuelta. En el día nos habíamos cruzado con un par de fichas, pero siempre tranqui. Teníamos que pasar cerca de la estación (que en todos lados por lo general son zonas feas) y por un parque. No teníamos metro que nos dejara cerca, y menos donde comprar tickets. Igual llegamos bárbaro, nos dormimos como los mejores.

{ Miércoles, 19 de junio de 2013 }

Nos levantamos tempranito nuevamente, desayunamos en un bar a la vuelta del apartamento.
No nos entendíamos mucho con el personal que atendía, pero como en Praga todo lo referido a la cafetería tiene nombres italianos se nos hizo un poco más fácil.
Desayunamos un capuchino con un panini salado y un bizcocho dulce, de yapa nos llevamos dos roscas chicas con sésamo afuera, con la idea de comerlos en el viaje a Berlín. Venía en una bolsita muy linda, la gráfica del local estaba buena.


Tempranito dejamos el apartamento. Salimos con todas las valijas con la idea de dejarlas en la estación en un guarda bultos que vimos el día anterior, e irnos a pasear hasta la hora que sale el tren.
Fuimos en metro, Tania averiguó una combinación interesante con la que llegamos bien rápido.
La estación donde tomamos el primer metro parecía de una película de ciencia ficción.


Las escaleras del metro son muy empinadas y van muy rápidas, llegamos enseguida. De la estación del metro subimos al medio de la estación: joya!
Dejamos los bolsos en el locker, se usa con monedas como los que pusieron alguna vez en los supermercados de Montevideo. Algo hicimos mal y nos comió unas monedas, por suerte al lado estaba una medio encargada del local enseñándole a una nueva y nos ayudó.
Fuimos al centro, a pasear y gastar las coronas que nos quedaban.
Tania necesitaba un sombrero urgente. Vimos una tienda en liquidación muy barata, pero no encontramos gorro para Tania, si compramos varias cosas.
En una tienda que vimos un poco más adelante Tania consiguió su sombrero! Era igual de barata y con más onda.
Para terminar las compras pasamos por la tienda que vimos cerrada el día anterior de Koh-I-Noor. Era chiquita, sin mucha variedad, pero vendían unos lápices muy interesantes. Había unos mecánicos con portaminas buenos, pero no sabía si iba a conseguir repuestos luego. Compré unas gomas de colores preciosas con el logo, un lápiz de goma y otros blancos y de grafo común.
No compramos mucha cosa, pero me saqué un poquito las ganas de tener cosas para dibujar, hasta el momento sólo había comprado unos cuadernitos.

Seguimos paseando, caminamos por las calles de Praga que nos encantaron. Pensamos en ir a comer a unos bares que nos dieron folletos con promociones muy económicas. Al llegar una vieja en la puerta nos empezó a atomizar y nos fuimos, cuanto más pesados son los vendedores, menos nos venden a nosotros.
Terminamos en uno enfrente que quedaba en un patio interior hermoso, con plantas, sombra y precios razonables. Justo lo que nos gusta.
Comimos muy bien y muy rico, yo comí un plato con unos bifes finitos de carne con una salsa muy rica, que traía crema con una gotita de salsa bien dulce, combinado con unos panes hervidos: espectacular. Tania comió un palto con una salsa de carne de cerdo, traía repollo cortado bien finito y los mismo panes hervidos, muy bueno también.
Para despedir Praga tomamos dos cervezas distintas, no recuerdo los nombres, ambas muy buenas.

Lindo lugar para comer Praga!
De lo que conocimos, recomiendo comer en Nápoles y Praga. Para volver gordito, barato y todo muy rico.

Volvimos a la estación, caminando tranquilos. También hacía mucho calor.
Hicimos otro camino, bastante pantera pero sin pasar por los caminos subterráneos. Llegamos bien de hora, levantamos los bolsos. Nos quedaban 100 coronas que queríamos gastar en una coca cola y algo rico. Entramos a un quiosco en la estación, pero tenía todo natural. Tania entró a un bar, pero no la llegaron a atender, tuvimos que salir medio rápido a los andenes para tomar el tren. Las distancias en las estaciones son bastante largas y los tiempos justos.
Cuando avisan que está llegando el tren y se confirma el andén la gente pone loca y sale corriendo. Yo me pongo nervioso con esas cosas, pesado e insoportable (pobre Tania), sumado al calor peor la cosa.

Subimos al tren. Encontramos los asientos perfectamente, íbamos solos y con aire acondicionado: impecable.
Tania fue al bar del tren, que según me contó era re pantera, las cosas las tenías que agarrar de cajas, compró una coca que saló una fortuna, se gastó todas las coronas que nos quedaban y quedó debiendo, je. El tren no era un freccia rosa :/
También me contó que en algunos vagones no había aire acondicionado y que había gente apretada sufriendo el calor.
Mientras Tania paseaba por el tren, se nos sentó una pareja junto a nosotros, eran dos tremendas fichas! Una extraña pareja de jóvenes que hablaban en ingles. Fueron charlando y haciendo chistes entre ellos todo el viaje. El llegó todo sudado, apoyó su coca cola junto con nuestras cosas, nos invadieron un poco. En el medio del viaje se pasaron a otros asientos del otro lado del pasillo.
Ahí él se durmió y se puso a roncar a cara de perro. En una, antes de que se bajaran del tren, ella se sacó la bombacha (con la ropa puesta) y se puso un short por abajo de la pollera, a pesar de que el baño estaba a 10 metros del asiento, decía "it´s embarassing" o algo así.
Luego de 5 horas llegamos, demoramos bastante en llegar.

{ Berlín }

La estación de tren Berlín HBF está buenísima, la más moderna que habíamos visitado (creo que es la más moderna de todo el viaje) y estaba impecable de ordenada y limpia, pero era enorme y llegamos medio desorientados. Teníamos que tomar un metro hasta Alexanderplatz, pero no sabíamos dónde era la estación de metro. Pensamos en salir a caminar y buscar un cartel o algo. Las líneas de transporte público en Berlín son miles! Ves el mapita y no entendés nada, líneas de todos los colores!
Hay unos que son S que mayoritariamente van por la superficie, otros U tipo subte que van por abajo, H y M que no se la diferencia, porque había ómnibus y tranvías de los dos. Otros era Re no se que, de esos nunca tomamos. Al principio parece un caos, pero cuando lo entendés te das cuenta que es perfecto.
Una mujer que hablaba español (capaz era uruguaya) nos vio perdidos y nos indicó un poco, estaba con su hijo que se ve que conocía Berlín y nos dijo dónde y como teníamos que hacer para tomar el metro. Lo encontramos, pero ahora el desafío era sacar el ticket para el metro, que al final era una papa porque podías cambiar el idioma y poner español, hasta billetes podías poner y te daba cambio!
El transporte público en Europa es caro en general, pero funciona muy bien, sobretodo en Berlín. Aquí el pase para todo un día costaba €6,50 y un boleto de un viaje €2,40, así que con tres viajes te convenía el pase de todo el día.
Tomamos un S a Alexanderplatz, nos bajamos y combinamos con un U2, dos paradas y nos bajamos en Senelfederplatz, nuestra estación por cinco días :)


El barrio donde nos quedamos está muy bueno, es muy tranquilo. Pasan algunas bicicletas, casi no hay autos, mucho verde, calles tranquilas y lindas.
Fuimos caminando perfecto hasta el apartamento, teníamos que poner un código en la puerta y saltaba una capsulita con las llaves. Lo más sencillo se nos complicó, no encontrábamos el apartamento dentro del edificio, un señor nos vio perdidos y nos indicó que eran al fondo, subiendo tres pisos por escalera.
Una vez adentro nos bañamos y descansamos un poquito. El apartamento es chiquito y compacto. No había lugar para las valijas, pero como pasamos bastantes noches sacamos todo de las mismas y lo guardamos en el ropero, y las valijas las pusimos arriba del ropero.

Salimos a pasear por la noche en el barrio, eran las 22:30hs y ya estaban todos los comercios cerrados, los bares ya tenían cerradas las cocinas. Caminamos por la calle Prenzlauer Allee para conocer.
Luego nos sentamos en un bar para tomar una cerveza, al rato nos dimos cuenta que era un restaurant mexicano, en la zona había varios bares latinos. Nuestro Barrio se llama Prenzlauer Berg.
Tomamos dos cervezas muy ricas, una de las mozas hablaba español, pero no era latina.
Luego nos fuimos a dormir, mañana conoceremos más de Berlín.

3 comentarios:

  1. amiguichu! ISSUU nunca te embebe bien! *tears*

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  2. Uh, que cosa. Yo lo veo bien cuando entro, puse un link para ir directo a issuu.
    No me llevo bien con issuu y blogger se ve :P

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