domingo, 25 de agosto de 2013

cuaderno de viaje 2013 { cap 04 }

Cuaderno de viaje 2013 { cap 04: Nápoles, Pompeya y Sorrento }

Estos cuadernos de viaje son distintos a los demás, tienen menos dedicación en las ilustraciones, me preocupé principalmente por registrar todo, algunas cosas con dibujos, muchas con textos, y algo con recortes y papeles pegados.
Los apuntes están hechos a la apurada, Aprovechando los tiempos de viajes, las esperas en el aeropuerto, cada ratito servía para anotar cosas en el cuaderno. A veces no tenía un lugar para apoyar, no había buena luz o estaba medio dormido.
El resultado es un cuaderno sincero, todas las páginas serán publicadas sin censura!, con sus errores, tachones, faltas de ortografía (tremendas, más de lo normal del blog), etc.
Ya están publicados Milán, Florencia y Roma :)

 

(Si no carga la publicación, click aquí para verlo directo en issuu)

{ Lunes, 10 de junio de 2013, por la tarde }

Que esperaba de Nápoles: autos, motos, caos, chorros, pizza, Cavani, discusiones en la calle... chorros y caos no vimos, el resto si.
Cuando salimos del tren lo primero que vimos, el primer negocio es una tienda del SSC Napoli, con Cavani a full: muñeco, remera, todo.
Luego al salir la ciudad es un relajo, pero por los autos y las motos, cruzan con roja, se tiran delante de los tranvías, tocan bocina con ruido de vaca (!!), la gente se tira delante de los autos, los autos están (en su mayoría) todos chocados, pero todo en un marco tan pintoresco, tan lindo de ver, que parece una coreografía.
En ese "relajo" no vimos un sólo choque, nada, algún "finito", parecía ensayado.

{ BIENVENIDOS }

Si, Nápoles nos recibió muy bien. Nos gustó estar ahí, lo que sentíamos, no se por qué...
Antes de salir de Montevideo, mandamos un mail al hotel preguntando como llegar. Nos dijo: "para llegar desde la estación centra tomen metro R2 en corso Umberto I".
Todo mal, R2 era un tranvía, y salía desde la estación e iba por corso Umberto I. Cuando lo esperamos ya venía lleno, decidimos irnos caminando tranqui.
Pensábamos llegar al hotel a las 12 o 12:30, por los atrasos con el tren desde Roma llegamos a las 13:40 (creo).
Nuestro hotel está en una zona universitaria, llena de fotocopiadoras, librerías, cafeterías y algunas tiendas vintage. Las calles son muy estrechas, las veredas como para ir de a uno en fila, y las motos y autos se van haciendo finitos entre ellos y con los peatones.
La calle del hotel es muy empinada, yo estaba muerto de calor! Ya sabíamos que la entrada al hotel era media rara, un portón en un costado, timbre y cosas así.

No esperábamos una sorpresa tan grande con la habitación!
Ya en la recepción había unas pinturas murales (con Chaplin!) que llegaban hasta la puerta del ascensor (Nota: era el ascensor más chico que estuve en mi vida, hasta ahora eran chicos, este era XXS).
Nos dieron la habitación 301 que se llamaba Tropicana o algo así, era enorme.
Tenía un mural con un paisaje tropical, palmeras y papagayos! Una tela en el techo, naranja con brillos y estampas. Un palo sosteniendo con dos elefantes en las puntas, varias luces, cama enorme XL, arriba de ella varios almohadones con perros y gatos.
Además había un segundo espacio con otra tele, otra cama, otro mueble y salida al balcón! El baño no era tan grande, pero teníamos frigo bar!!
Lo raro era que para activar la electricidad había que enchufar una llave, que cuando te ibas la dejabas en la recepción :( .
Dejamos todo en la habitación, pagamos, pedimos un mapa de la ciudad, y nos fuimos a almorzar!


Es muy linda la zona del hotel, hay unas calles peatonales con pequeños negocios y bares, la mayoría para comer pizza, algunos de paninis . La noche anterior habíamos comido pizza en Trastevere, por eso preferíamos evitarla, imposible. Nápoles tiene la mejor pizza del mundo!
Entramos a una chiquita, que tenía un menú por 5€: pizza margarita + Pepsi + cubierto: una joya!
Nos atendió una moza un poco mala onda, pero todo muy puntual y muy rico. El mantel individual tenía la historia de la pizza margarita.
La pizza es enorme. como en toda Italia, se sale del plato. La margarita viene con unos pedazos de muzarella (mozzarella) y unas hojitas de albahaca (basílico).

Luego salimos a caminar, a pasear por la zona del hotel. Yo quería ir a una calle donde venden pesebres y cosas para pesebres.
No son pesebres tradicionales solamente, hay de todo: jugadores de futbol, famosos, cosas típicas napolitanas, etc. Ese fue uno de los paseos que más me gustó, había visto fotos, pero me sorprendió mucho verlos en vivo. Adentro de los locales veías a los artesanos, pintando a masando las figuras.
Luego entramos a un lugar donde vendían todo productos con limón (el limón es la fruta característica de la zona), hay varias de estas tiendas, por todos lados, puestos que te venden cosas de limón.
En el que entramos el dueño era un veterano crá. Nos explicó el proceso, tenían dos contenedores, los dos con un olor muy concentrado a alcohol y limón, que te limpiaba por dentro.
Nos contó todos los productos que hacían: lemoncello, grapa, caramelos, galletitas, pasta, etc.
Luego apareció el hijo (o nieto) que hablaba un poco de español y charlamos un rato.
Nos dijo que Roma era muy caro, que a un amigo le habían cobrado 80 euros un taxi (!!!).
(Nota: Nápoles es muy barato comparado con las otras ciudades que estuvimos de Italia, comes por 10€ los dos, en la calle quizás por 5€!)
Compramos caramelos y galletitas, ambos muy ricos.
Seguimos paseando, pasamos por delante de la pizzería Da Michele (supuestamente hacen la mejor margarita del mundo), recién habíamos terminado de almorzar, así que lo dejamos para después.
Hicimos compras, muy baratas. Tania se compró un pantalón, un pañuelo y un perfume. Yo una camperita de lluvia divina, por 10€: una ganga.
Paseando se nos hizo tarde, casi de noche. Queríamos tomar un café con un brioche, pero ya no había, era la hora de la cena. Compramos unos en una panadería cerca del hotel, luego fuimos a comprar algo para tomar a un Carrefour que había cerca también (los super cierran entre las 20 y las 21hs.). Compramos un yogurt natural con Bacci (una bomba), y una Nutella para los últimos días en Italia.
Hicimos una merienda en el balcón de la habitación, sacamos una foto y la pusimos en Facebook.


Descansamos un poco y nos bañamos, estábamos muy cansados.
Estuvo bueno salir a caminar, a conocer sin rumbo, cosa que casi no hicimos en Roma y extrañábamos mucho.

Teníamos miedo por la fama de "chorros - delincuentes" que lamentablemente tiene Nápoles. Por eso no nos animábamos a salir mucho, o muy lejos esa noche. Por suerte abajo, en la esquina del hotel hay una plaza con algunos bares. Fuimos a uno que era muy sencillo, con dos mesitas altas afuera, compramos dos cervezas chicas belgas y unas papitas. Barata la joda: 5€.


Nos quedamos un rato en el bar. Enfrente, en una iglesia unos muchachos jugaban a la pelota. En el bar pasaron música latina, tipo centroamericana, cubana.
Nos fuimos a dormir.

{ Martes, 11 de junio de 2013 }

Nos levantamos y fuimos a desayunar a un bar cerca del hotel, cappuccino y brioche relleno, un clásico ya. Aprovechamos el wifi, el del hotel funciona más o menos. Luego salimos a pasear.

Primer destino: Santa Chiara, un complejo con una iglesia y unos patios, no entramos porque cobraban entrada, sólo fuimos a la iglesia.
Al salir vimos otra, con una fachada muy interesante, Chiesa de Gesú Novo, entramos también.
Adentro las iglesias están bien, pero luego de ir a Roma pocas te sorprenden (el día anterior fuimos al Duomo de Napali, no me acordaba).
Entramos a una tienda de SSC Napoli, yo quería comprarme algo, pero nada me convenció... las camisetas más baratas salían 30€ y no estaban muy pro, talles chicos y viejas. Las nuevas 79€!
Pasamos por otra calle universitaria, ahora de música. Se escuchaban sonidos muy lindos, yo filmé para registrar, pero no se escucha casi nada.


Había una plaza con unos bares re lindo, decidimos ir a cenar ahí de noche.
Todo esto era de camino al Museo Arqueológico, antes de llegar, como había pasado un rato del desayuno y pensábamos estar un rato en el museo, nos comimos una pizza al tacho muy rica en la calle. Tenía mucho tomate, pero también mucho aceite! la servilleta donde te la servían se manchó toda :P seguro no era muy sana.
Cruzamos al museo y... estaba cerrado! cerraba los martes :(
Era nuestro último día entero en Nápoles (el miércoles por la mañana pensábamos ir a pasear a Pompeya y luego seguir a Sorrento, y el viernes volver a Nápoles por la tardecita).
Nos fuimos a pasar por una calle comercial camino al puerto.
En un momento no encontraba la cámara de fotos! El bolsillo donde la guardo estaba abierto, pensé que la habían robado! Pero tan gil´yo, la había guardado en otro bolsillo, que susto.
(Al final si la robaron, pero en Montevideo, no teman a Nápoles).

Tanía se había quedado con ganas de comprarse una campera de lluvia en una tienda de Milán, en Florencia no estaba, en Roma la vimos de lejos, en Nápoles habíamos encontrado una pero sólo de hombre. Así que fuimos a la de mujer, no encontró el color que quería, pero se compró una de un naranja muy lindo. También se compró una camisa sin mangas en H&M, Tania se compró todo en Nápoles.
Comimos en un Bar que no era sólo de pizza, comimos pasta (muy rico, todo en Nápoles es rico).
Luego llegamos a una plaza muy grande que está en el ticket del metro, se llama plaza del plebiscito. Hay un edificio muy bueno, per estaba cerrado, y se caía a pedazos :( . Muchas cosas en Nápoles no están muy bien cuidadas, cerca de la plaza pasamos por una galería famosa Galería Umberto, que es muy similar a la Galería Vittorio Emanuele II de Milán, pero no tan cuidada, nada que ver! las paredes tienen grafitis adentro en Nápoles, en Milán las marquesinas de los comercios son todas en fondo negro con la marca en dorado, no importa la identidad visual de la marca, tiene que adaptarse a la galería. Como nos dijo nuestro amigo Massimiliano, Milán es la ciudad más europea de Italia.
Pero Nápoles es muy pintoresca, con unos colores impresionantes.

Caminamos un poco y llegamos al puerto. Es muy lindo volver a sentir el mar, lo extrañábamos.
Se ve un paisaje muy lindo de la costa.
Caminamos un poco y encontramos una zona con rocas donde la gente tomaba sol, tranqui: pareo y sunga. Unos niños y adolescentes se bañaban contentos, hacía calor! supongo que son los primeros días de playa.
En Nápoles se usa el slip-sunga, una mayita chiquita, de diferentes colores. No importa si tenes panza o estas forzudo, sale slip de baño. Muchos van de bermuda de surf o short, pero en la playa pelan slip.
No hay arena, rocas, tirarse en el muelle, todo vale. Nosotros nos sentamos al sol en una roquita un rato.
El agua es verde pero oscura, igual es mucho más linda que en Montevideo, pero cada tanto veías un objeto extraño.
Nápoles es el primer lugar en el que vemos perros callejeros, tranquilos tirados en la calle al sol Los de Milán eran perros chetos de collar. Los gringos les sacan fotos a los perros napolitanos.

Fuimos caminando por la rambla, sacamos fotos y entramos a un castillo (castel dell´Ovo), que está construido hacía el mar en una punta. Pensamos que iban a cobrar entrada, pero no, era gratis y libre, no había nadie, vos pasabas de un lado a otro, de un piso a otro y casi no veías gente. Divino!
Desde arriba sacamos algunas fotos panorámicas, y para abajo para mostrar la altura.


Nos fuimos contentos al puerto, queríamos averiguar algunos detalles para nuestros viajes a Capri y la Costa Amalfitana.
Luego fuimos al Castel Nuovo que parece de dibujitos. No entramos, ahí si cobraban entrada. Pero desde la puerta miramos un rato para adentro (triste).
Luego tomamos una granita de limón, es una bebida helada de jugo de frutas que vendían en la calle.
Volvimos al centro, buscamos una cafetería para tomar un café con algo de pastelería.
Antes, al mediodía, cuando íbamos por la avenida comercial (Vía Toledo) pasamos por muchos puestos de libros usados y nuevos, Nápoles está lleno de esos puestos en la calle, compramos unas postales viejas muy lindas.
A la tarde se largó a llover un poquito, Tania estrenó su campera de lluvia. La gente compraba paraguas, se quedaba abajo de los techos, pero llovía muy poco!
Luego de caminar bastante, ya casi llegando al hotel, entramos a una cafetería (normalita). Comimos unos bizcochos muy lindos y ricos, de ricota. Los cafés en Italia son muy chiquitos y concentrados, se llaman "ristretto", se toman de un sólo trago y son muy fuertes.
Entré de nuevo a la tienda de SSC Napoli y no compré nada...

Llegamos al hotel, ya no llovía. Nos bañamos y aprontamos, nos fuimos a cenar a la plaza que vimos por la mañana: Piazza Bellini. Había que meterse por unas calles un poco escondidas (poco), así que arrancamos antes del anochecer, tipo 21hs.
En Italia se cena a las 20hs, ya a las 22hs cierran la cocina. Igual nosotros pensábamos tomar algo nomás. Fuimos a un bar muy lindo, con mesitas afuera, sombrillas, plantitas, muy lindo de verdad.
Tania se pidió un proseco, yo tomé un campari soda, recomendado por mi amigo Guille.


Había mucha gente joven en la plaza. Mucho barullo, música, charlas. Los napolitanos son muy efusivos, gritan y hablan en dialecto napolitano, que no se entiende nada.
De repente ruido a botella rota! una mujer entra puteando al bar y saca a uno a los pedos, otra sale atrás. Se arma quilombo, la mujer lo empuja! Entre una palabrota y otra, una de las mujeres tira una botella! Le erra! Crack! Se rompe! Parece que el vidrio le pega a otra mujer que estaba en el medio, un hombre chiquito salta de otra mesa (con buenas intenciones), la moza también va a calmar los ánimos, siguen las puteadas, toda la plaza mirando, nosotros quietitos.
De repente todo se calma, se van gritando, no sabemos y nunca vamos a saber que pasó.
La mujer que se lastimó estaba bien, iba de mesa en mesa indignada hablando con gente. Nosotros pensamos en irnos, pero Tania muy sabia como siempre, dijo que era mejor esperar que se calme todo y no cruzarnos con ellos por ahí.
Tomamos otro campari soda y picamos una entradita árabe (el bar era árabe, me olvidé de contar, pero sólo en la comida).
Luego nos fuimos tranqui, esa zona es muy linda, había mucha vida.
En el camino nos cruzamos con unos corriendo con el pantalón bajo, en calzones. Creemos que era el último día de clases.
Nosotros nos fuimos a dormir.

{ Miércoles, 12 de junio de 2013: Nápoles - Pompeya - Sorrento  }

Último día en Nápoles (en realidad volvemos el viernes de tardecita, para pasar la noche y a la mañana temprano volar a Venecia).
Nos propusimos un día agitado, por la mañana museo arqueológico, mediodía viajamos a Pompeya, tarde noche: Sorrento, donde nos quedamos dos noches.

En el hotel podíamos usar la habitación hasta las 12hs, así que desayunamos temprano en un café frente al hotel, no era lindo, pero era bien napolitano.
Había un joven y un veterano, iguales, creo que padre e hijo. Primero hablamos con el joven, le pedimos un cappuccino, nos preguntó si le ponía azúcar.
El veterano apareció y nos sirvió los brioches (clásicos matutinos italianos), ahí nos agarró de charla, preguntó de dónde éramos, y salió el tema Cavani (el tema ya había salido con algún otro vendedor), hizo comentarios sobre el posible pase en ese momento, de la plata, la oportunidad, etc. Pero estaba indignado con el problema con la esposa, los líos, decía que con la familia y los hijos no se jode. Que si se queda en Nápoles, se quede con la mujer y los hijos.
Luego nos deseó buena suerte con nuestro casamiento <3
Mientras comíamos apareció un perrito lindo, pensamos que era de la calle, luego apareció la dueña y se lo llevó (era un mimoso). Se paraba en dos patitas rato largo, pidiendo un poquito de brioche.

A las 9:30 estábamos en el museo, teníamos tiempo para recorrerlo hasta las 11hs más o menos.
Nosotros queríamos ver una parte que se llama el gabinete secreto (el link es de un blog un poco particular), es un espacio dedicado a obras sexuales que encontraron en las excavaciones de Pompeya. Las tuvieron escondidas mucho tiempo, se decía que los habitantes de Pompeya habían sido castigados por Dios por ser tan promiscuos. Parece que encontraron obras de este tipo en todas las casas.
La sala es chiquita, tiene un espacio de pinturas y otra con objetos (creo que es la mejor).
Ahí podemos ver, amuletos que colgaban de unas pijitas (de todos los tamaños), aladas y con patas de animales (?). Lámparas muy particulares (en el Coliseo vimos unas similares, pero no fálicas). Esculturas de varios tamaños. Amuletos de pijitas varias y algunas tetas (pocas).
Pero el museo no es solo eso!!
Antes de entrar al gabinete secreto, pasas por una sala con muchos mosaicos del siglo 1 AC y un poquitito más nuevo, muchos de Pompeya, con trabajos impresionantes.
En el viaje me estoy haciendo fan del mosaico!
Pasamos por otras salas, no muchas. Algo de escultura romana, algo de cerámica y cosas de hace miles de años. Lo que más me gustó junto con los mosaicos, fue una parte de objetos cotidianos, también de Pompeya y Herculano: vasos, ollas, copas, cosas de vidrio, cosas para cocinar, etc. Muy interesante.
Luego nos tuvimos que ir al hotel a buscar los bolsos y partir a Pompeya.

Desde la estación de Nápoles nos tomamos un tren que se llama circunversuviano, rodea el Vesubio, tiene cuatro líneas, una de ellas va a Sorrento y nos deja en Pompeya.
El viaje en tren fue pintoresco, más parecido a un metro que a un tren de los que habíamos tomado antes.  Fuimos parados, con los bolsos y todo. En Pompeya habíamos averiguado que había guarda-bultos donde podíamos dejar el equipaje gratis ;) ;) ;)
Al bajar en la estación te ofrecían guardarlo por 3€: CHANTAS!

En Pompeya no había mucha gente, eso estaba bueno, igual es un pueblo para recorrer. Yo tenía miedo de ver mucho cadáver fosilizado, pero sólo vimos un par, nada muy angustiante.
Creo que lo que más me gustó fue ver como antes se vivía de una forma muy similar a ahora (con una distribución similar: plaza, oficina, templo, panadería, estadio, etc.). También estuvo bueno hacer juntos Pompeya y museo arqueológico, capaz lo más lógico sea ver primero Pompeya... no se.

Hicimos picnic sobre una piedra en el templo de venus, habíamos comprado de vuelta al hotel unos panes rellenos de verdura (de yapa tenía panceta), unos calzone (son más bien empanadas) muy pesaditos, y unas extrañas bolas de fideos a la milanesa que a mí no me gustaron (esas las guardamos para la tarde).
Desde Roma venía haciendo calor y más calor, en Pompeya había viento, no ayudaba mucho, más bien te llenaba de polvo! Nos fuimos todos sucios de Pompeya!


Para no perdernos y conocer un poco más lo que estábamos viendo, adquirimos un mapa (2€!!), al final fue muy útil.
Al rato, luego de caminar un montón nos fuimos. Levantamos los bolsos (muy amable la mujer que los cuidaba), fuimos al baño y a tomar el tren circunvesuviano de nuevo, destino Sorrento.
Llegamos a la estación terminal de Sorrento, bajamos y caminamos unas cuadras hasta el hotel, a simple vista ya te dabas cuenta que estabas en un balneario, no es la ciudad de Nápoles! Había olor a flores, las calles más tranquilas, negocios diferentes.

Llegamos al hotel, tienen un café al lado dónde se hace el check in y sirven el desayuno. Tienen un hotel y un hostel, en un mismo edificio, donde además vive otra gente.
La chica de la recepción es macanuda, pero una veterana preparando un cappuccino hacía tanto ruido que no entendíamos nada. Nos acompaña a la habitación, tiene un balcón que da a la calle. Es como un apartamento de un balneario como Atlántida o Piriapolis.
Sorrento es un poco así, con una parte histórica y una rambla muy diferente a lo que habíamos visto antes (un paisaje acantilado). Hay maquinitas, tiendas de helado (aunque en Italia hay heladerías por todos lados), ropa de balneario, todo eso.


Luego de bañarnos (teníamos una mugre extrema por el polvo de pompeya) y ponernos lindos, nos fuimos a pasear. Bajamos una escalera en una rotondita con banderas, una calle angosta nos lleva al puerto. Muy lindo el puerto de Sorrento, un paisaje precioso.


Subimos por otro camino, nos fuimos metiendo en la parte histórica, está lleno de bares, todos bastante más caros que Nápoles.
Tania quería comer pescado, yo me hice la idea de no comer pizza ni pasta. Luego de dar unas vueltas, conociendo la parte histórica, mirando tiendas y bares, terminamos en el primero que vimos.
Tania comió algo así como mariscos, de pelar y comer, los probé y eran ricos, especialmente la salsa.
Yo comí unos churrascos de ternera con una salsa de limón que me terminó saturando un poco, tendría que haber pedido pasta, que nunca me llegó a aburrir.
De postre nos tomamos un helado en una heladería que tenía una bandeja giratoria donde veías los gustos. El heladero era un ficha!!

Nos fuimos paseando tranquilos por la calle principal, disfrutando de la noche. A descansar, estábamos muy cansados, además nuestro programa para el jueves era irnos en bus hasta la costa amalfitana, donde hay otros balnearios muy lindos, algo de lo que esperábamos más del viaje: Costa Amalfitana y Capri. De ahí nuestra estadía en Sorrento (el balneario más barato de la zona).
A dormir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario