martes, 1 de julio de 2014

cuaderno de viaje 2013 { cap 09 }

Cuaderno de viaje 2013 { cap 08: Berlín y Amsterdam}

Estos cuadernos de viaje son distintos a los demás, tienen menos dedicación en las ilustraciones, me preocupé principalmente por registrar todo, algunas cosas con dibujos, muchas con textos, y algo con recortes y papeles pegados.
Los apuntes están hechos a la apurada, Aprovechando los tiempos de viajes, las esperas en el aeropuerto, cada ratito servía para anotar cosas en el cuaderno. A veces no tenía un lugar para apoyar, no había buena luz o estaba medio dormido.
El resultado es un cuaderno sincero, todas las páginas serán publicadas sin censura!, con sus errores, tachones, faltas de ortografía (tremendas, más de lo normal del blog), etc.


Ya están publicados Milán, Florencia, Roma, NápolesSorrento, Venecia, Praga y Berlín (parte 1)

(Si no carga la publicación, click aquí para verlo directo en issuu)


{ Domingo, 23 de junio de 2013 }

El Domingo nos tomamos un pequeño descanso en la mañana, a esta altura del viaje estábamos bastante cansados, recomiendo tomar días libres en viajes largos.
Desayunamos en el apartamento al igual que los días anteriores y nos fuimos caminando hasta una feria en el Mauer Park.
Fuimos caminando tranqui por el barrio donde nos alojamos, que es muy lindo. Pasamos por varias tiendas, pero muchas cerradas por el domingo.




En el camino se nubló, cayeron algunas gotas, pensamos que se iba a largar el agua. Nos dio pena, porque ya nos habíamos perdido la feria de Porta Portese en Roma y no nos queríamos perder la del Mauerpark.
Llegamos a eso de las 10:30 u 11:00hs, la feria es grande, pero no es algo inmenso como Tristan Narvaja por decir algo, es bastante concentrada y recorrible.
Arrancamos mirando ropa y chucherías, Tania vio una camisa linda, no la compró porque recién habíamos llegado y no habíamos visto nada, cuando la fue a comprar ya no estaba :(
Hay una zona donde diseñadores y artesanos independientes venden sus cosas, esas salen bastante más caras que las demás, algunas son muy lindas.

Nos compramos unas postales de Alfons Mucha, una repetidas de las que ya habíamos comprado en Praga :P
Encontramos un señor que vendía playmobil, sólo playmobil! Guille y Ale quienes nos recomendaron la feria, nos habían llevado uno que nos compraron ahí). Entre este señor y otro puesto que tenía un cajón lleno, compramos casi 20 playmobil! No eran todos para nosotros, regalamos un montón: Papá Noel, Jesús, Reyes Magos, buzo, ladrón, de todo y muy lindo.

Seguimos paseando, Tania vio un vestido también que luego al decidir comprarlo no estaba :(
Pero por lo menos pudo comprarse un collar y un anillo muy lindo.




Había un puesto de camisetas de fútbol, todas a 9€. Estaban muy usadas y muchas eran truchas. Igual lo que realmente me tiró para atrás era que no había de ningún cuadro raro o que me gustase. No quiero camisetas de Barcelona, Milán, Bayer Munich! Aguanten los cuadros chicos!

Y luego de varias vueltas nos fuimos de la feria y no llovió!
Hasta por momentos pegó el sol e hizo calor.
Nos fuimos al parque. En un escenario, un hombre lleva una compu y parlantes para hacer karaoke con la gente que va a pasear al parque. Nosotros fuimos pero no estaba, había un pinta catando románticos en ingles, no había karaoke, capaz era muy temprano.

Nos fuimos a comer. En Berlín comer es bastante barato, pero se ve que ese día no elegimos muy bien. En realidad no vimos los precios y nos sentamos en un restaurant más caro, en realidad tan caro como los demás países que visitamos antes, era más barato que en Venecia!
Un risotto de hongos muy rico. En Italia nos quedamos con ganas de probar, llegó en Berlín al final!

Luego nos fuimos al museo judío. El edificio es muy interesante, seguramente es de los mejores edificios que visitamos como museo, toda la planta baja es excelente.




Luego vimos una muestra de un ilustrador que estaba muy buena. Pero la parte superior del museo, los pisos más altos, que cuentan la historia de los judíos está un poco baraja, no tiene nada que ver con la parte de abajo, otra cabeza.
Hay un árbol donde colgar deseos, un ajo enorme que se abre, volantes para girar cosas, tiene un aire espacio ciencia del latu, creo que estaba pensado más para niños.
Como era la última tarde en Berlín no tenía ganas de pasarla mirando esas cosas, me puse un poco rompebolas y al final nos fuimos.




En el metro, cuando fuimos a comprar tickets, la máquina no aceptaba billetes de 20€ y no teníamos ni monedas, ni billetes más chicos. Tuvimos que salir del metro a hacer cambio, pero no había nada abierto en la vuelta! Todo cerrado!
Luego de caminar varias cuadras encontramos un bar de comida rápida china, compramos unos de esos snacks que son como papas fritas de colores a 1€.
Cuando bajamos en la estación nuevamente, pero por otro acceso había otra máquina que se le cantó no aceptar ningún billete! Tampoco llegábamos con monedas para pagar los dos tickets!
Tuvimos que volver a la otra entrada, y ya aprovechamos y compramos los tickets para el día siguiente ir al aeropuerto.

En Berlín nos agarramos el vicio de Strarbucks, pasamos un día sin ir, así que para despedirnos fuimos a tomar la merienda a uno. Estaba muy tranquilo poca gente. Tomé un yogurt con frutos del bosque, Tania un café con leche pequeño, que era gigante. Además probamos dos muffins, uno de chocolate y uno de limón muy ricos.

Nos volvimos temprano al apartamento. Nuestro vuelo salía al día siguiente a las 7:00 am! Teníamos que estar 5 y poco en el aeropuerto, por lo que nos teníamos que levantar a las 4!!!
No es lo más recomendado, pero vale la pena.

Ya en el apartamento nos bañamos y preparamos todo para el día siguiente. Nos fuimos a cenar en el barrio, aún era de día.
Terminamos en un restaurante mejicano con carnes argentinas (??), cuando nos dieron las cartas tenía todo el menú rebajado un 50%, tremenda promo!




No teníamos tanta hambre, pedimos algo que pensamos sería para picar. Yo terminé con tremendo plato de comida, mix de carne con salsa. Tania algo parecido a un strogonoff de pollo.
Todo muy rico y muy barato, tremendo final en Berlín.




Luego de comer nos volvimos al apartamento. Todo pronto para dormir y levantarnos a las 4:00 am.

{ Lunes, 24 de junio de 2013 }

Decidir tomar un avión a las 7:00 am, dos meses antes, en tu casa por la compu es muy fácil.
Levantarse ese día a las 4:00 am es más complicado, pero como estamos de vacaciones lo hacemos contentos!
No recuerdo mucho, estaba dormido. Nos levantamos, fuimos al baño y salimos. Devolvimos las llaves al contenedor de donde las sacamos, caminamos hasta la estación, ya estaba amaneciendo, son muy cortas las noches.
Validamos el ticket y esperamos el 1er metro del día. No había nadie en la estación, no se escuchaba un sonido, luego llegó una chiquilina.
Pasó el metro y lo tomamos, venía con gente que regresaba de la noche.
Bajamos y tomamos un segundo metro. Íbamos medio dormidos, Tania se infló la almohada y se durmió un ratito.
En la estación de metro caminamos un poco, subimos una escalera con las maletas y llegamos.

El aeropuerto era bastante feo, de los peores que fuimos, no parece Berlín.
Caminamos por dentro del aeropuerto, parecían oficinas públicas de la intendencia.
Parecía que todo el salón estaba reservado para easyjet, todo era naranja. Hicimos bastante fila para despachar las valijas, en esta compañía podes llevar un equipaje de mano, un sólo bulto de medias que podías comprobar en un medidor que tienen. Si entra, y podes levantarla sin ayuda de otra persona es gratis!
Rompen bastante las bolas con eso, a nosotros no nos dijeron nada, teníamos todo controlado ;)

Luego tuvimos que hacer fila nuevamente para pasar el control de seguridad, fueron poco amables. A ambos nos sonó el detector de metales, me revisaron hasta las medias con un aparato que hacía un ruido muy gracioso.
Luego la mochila sonó también, marchó la botella de agua.

El tiempo dio sólo para ir al baño, rápido y directo al embarque del avión. Pin Pum Pam y despegamos, todo en orden.
Algo bueno de easyjet es que la comida en el avión es rica y no tan cara, al menos más barata que en el aeropuerto. El café es de starbucks!
Yo pedí una promo de café negro con muffin de chocolate y Tania un jugo de naranja con otro muffin. Desayunamos recién ahí.


Seguramente lo más lindo de viajar en avión es ver las nubes. En ese viaje vimos las mejores nubes, creo que las vi sólo yo, Tania durmió todo el viaje.
Parecen una foto. Estaba nublado, el avión se metió entre las nubes y todo se puso gris, de repente llegamos.

{ Amsterdam }

El vuelo fue muy rápido, en 1:30hs estábamos aterrizando!
En la fila de tres asientos del avión compartimos con un veterano, que nos hablaba algo en español y algo en ingles. Me contó que conocía Montevideo y Punta del Este, yo no escuchaba nada, tenía los oídos tapados.

Qué frío hace en Amsterdam! No se puede creer! El día estaba feo, gris, frío, llovizna. 
El aeropuerto de Amsterdam está muy bueno, es bastante moderno.
En la puerta tomamos un bus que nos llevaba hasta el hotel, teníamos dudas de para qué lado lo teníamos que tomar, la dirección y esas cosas, pero al final salió todo bien.
El ómnibus salía 4€ y no tenía lugar para bolsos, fuimos con la valija en el pasillo sin dejar pasar a nadie.




Nos bajamos perfecto, la zona del hotel es cerca de Museumplein, una plaza enorme donde está el museo Van Gogh y el Rijksmuseum, todo muy prolijo.
Cuando llegas a un lugar en bus o salís de la estación del metro, siempre pierdo el norte, se donde estoy pero no se para donde agarrar. Caminamos y dimos una vuelta más larga para llegar al hotel, dimos una vuelta a la manzana de más creo, llegamos a un canal que nos dejaba derecho en el hotel, que era al lado de la fábrica de Heineken




Encontramos muy bien el hotel. Era mucho más temprano que la hora de entrada, el ingreso era complicado con las valijas, todo era apretado, tenía dos puertas muy juntas consecutivas. 
Nos atendió un empleado macanudo, hablamos todo en ingles. Nos explicó un par de cosas y nos dio un mapa.
Cuando pagamos se asombró que no nos quejamos por pagar el impuesto, se ve que nadie lee la letra chica en booking. Pagamos con un billete de 200€, se hizo el cómico y nos preguntó si existían de verdad.
Los billetes de euros a medida que suben de valor aumentan de tamaño!

Dejamos los bolsos en el salón del desayuno, despejamos la mochila, agarramos algunas cosas y nos fuimos.
En el momento que salimos del hotel arrancó a llover. Nos pusimos la campera de lluvia.

Nuestra idea original era hacer el tour de introducción a la ciudad como hicimos en Berlín. Pero el día no ayudaba. 
Comimos unos frutos secos que compramos en Berlín y decidimos ir a pasar la mañana a un museo, no estaba para el aíre libre. 

Caminamos, no había mucha gente en la calle. Vimos unos japoneses con unos pilot muy lindos del museo Van Gogh. Decidimos visitar ese museo.
Entrar gratis fue una transa, creo que se avivaron. No sé como hacen los estudiantes de arquitectura para entrar a todos lados sin pagar!
Luego de varias idas y vueltas nos dieron la entrada, y tomamos la decisión de no pasar por algunas cosas en el futuro. 

El museo estaba lleno de gente, nos habíamos olvidado un poco de las multitudes en Berlín. Metimos el paraguas en una bolsa ziploc, dentro de la mochila en la ropería. 
El museo era muy bueno, chico y moderno, todo presentado de una forma atractiva y agradable de ver.
De una te enfrentas al primer y el último autorretrato de Van Gogh, creo que en total eran tres pisos de museo. A mi me gustaron mucho los cuadernos y bocetos. Había unas pantallas táctiles donde podías ir viendo los cuadernos tipo issuu. 
Al rato nos fuimos.


 
Teníamos hambre, caminamos hasta un bar de comida con curry que habíamos visto pero estaba cerrado. Terminamos en una especie de mini bar/ tienda de alimentos, donde nos atendió un hombre asiático muy amable, que en los primeros minutos no dejó de hablar por teléfono pero intentaba terminar la charla.
Era un lugar raro, lindo y feo al mismo tiempo. Tenía una cartelera con opciones de comida, las sopas estaban en español, el resto de las comidas no. 
No recuerdo muy bien que comimos, creo que eran sandwiches. Teníamos tanta hambre y estábamos tan cansados que cualquier cosa nos venía bien.
Recuerdo que nos sentamos en una mesa al fondo, no había nadie, la mesa y la vista era muy linda a un canal. Tania agarró una revista para mirar, era del tipo chusmerío pero holandesa, no conocíamos a nadie.
Cuando nos fuimos me olvidé de la campera de lluvia en la silla y el amigo del bar me avisó, un crá.

Luego de todas esas vueltas recién se hizo la hora del check-in!
Fuimos al hotel que era a unas pocas cuadras de donde comimos, nos dieron una tarjeta magnética que no funcionaba muy bien para entrar a la habitación y subimos con las valijas!
No fue fácil conseguir hotel en Amsterdam dentro de nuestro presupuesto, casi terminamos en un hostel cristiano de habitaciones separadas o en un barco (??).
Nos la jugamos por este hotel, que era un poco más caro que el presupuesto que teníamos por noche, era una habitación muy chiquita pero con baño, nuevamente nos tocó cuchetas! 
Había un mini ropero donde guardar las cosas y una tele sin control remoto que nunca llegamos a prender. También tenía ventana.




Nos ganó el sueño, tuvimos que hacer una siesta para poder disfrutar lo que quedaba del día. El día se había puesto lindo, salió un poco el sol, pero al levantarnos de la siesta se puso feo de nuevo y retomó la lluvia.
Pensamos que no nos tendríamos que haber acostado, pero la verdad no íbamos a disfrutar nada tan cansados, unas pocas horas de siesta nos hicieron bien.

Eran las 17 o 18hs, a pesar de la lluvia salimos a caminar. Nos fuimos caminando hasta el centro, muchas veces hicimos el mismo recorrido caminando: Salíamos del hotel, esperábamos turno en el semáforo entre los autos y las bicis, cruzábamos un puente hasta una plaza, luego agarrábamos una calle principal que estaba en obras y llegábamos a una zona de comercios.

En ese camino vimos el primer coffeeshop, estaba en un subsuelo de un edificio, la mesa se veía desde la calle, unos chiquilines un poco colgados con caras de aburridos. No era lo que me esperaba.
Vimos algunos comercios abiertos, entramos a unas tiendas, pero la mayoría ya estaba cerrando. Intentamos entrar a una papelería, pero también estaba cerrada (otro día si logramos entrar, no estaba buena).



Fuimos al mercado de flores. No había casi flores, parece que los tulipanes se terminan en marzo más o menos, no llegan al verano. Vendían semillas, bulbos y muchos souvenirs! 
Entramos a unas tiendas que venden quesos, hay muy buenos quesos en Amsterdam!!
El esposo de la hermana mayor de Tania nos pasó un pique para ir degustando quesos en varias tiendas y salir comido ;) (como en tienda inglesa los fines de semana). Igual probamos pero no abusamos.



Caminamos por unas calles preciosas. Amsterdam es un muy lindo de verdad.
Fuimos a la estación de trenes y ya compramos los pasajes para viajar a Brujas. Un holandés muy macanudo nos atendió y nos ayudó con eso, la verdad un crá. Le agradecimos mucho, hasta nos arrepentimos de no preguntar los pasajes de Brujas a París.

Desde la estación nos fuimos a la zona roja, nos sabíamos muy bien dónde arrancaba, pero nos dimos cuenta apenas llegamos. Justo entramos por una parte que no era tan turística de la zona roja, pero que estaba bien, todo era seguro, nada raro!
Al cruzar esa parte llegamos al costado de un canal que se notaba ya era muy turístico, los farolitos rojos quedan preciosos.
En esas calles hay sexshops, clubes de shows eróticos (algunos un poco bizarros), bares, coffeeshops y las famosas vidrieras con chiquilinas.

El lugar es mucho más turístico de lo que me imaginaba!
Hay una serie de personajes en la vuelta: Los que cuidan que no le saquen fotos a las chicas que están trabajando, ni que se pasen de vivos; Los turistas nipones, generalmente veteranos asiáticos que se paran frente a las vidrieras y murmuran cosas; Grupos de amigotes jóvenes, creo que la mayoría norteamericanos, que siempre mandan a alguno a hablar; Las señoras turistas que van filmando todo como paseando por Venecia.
Luego están los que van haciendo un turismo party tipo wild on que van descontrolados, los turistas tranqui, los japoneses con sus cámaras de fotos y trípodes, y varios más.

Luego de pasear fuimos a un bar. En Amsterdam hay muchos bares lindos, se hace difícil elegir.
Este de afuera parecía normal, pero adentro era muy lindo. Luego de pasar un telón entrabas al salón, nos sentamos en una mesa al lado de una ventana.




El mozo era macanudo y hablaba bastante bien español. Pedimos nachos con unas salsas. Preguntamos si era picante, y nos dijo que era "picante para rubios", que para nosotros iba a estar bien. La verdad que no era nada picantes y muy ricos, tremenda canasta de nachos.

Tania pidió una cerveza rosada que era un poco dulce de más, se llamaba Wieckse Rosé. Yo tomé una muy rica, de las que más me gustaron del viaje. Tenía un duende y venía en una copa gordita, buscando el google la encontré: La Chouffe :)

Sacamos una foto, porque eran las 22:15 y aún era de día. Había luz, es increíble lo largo que son los días.



Había wifi en el bar, así que aproveché y con la cámara subí unas fotos del viaje a facebook, fue la última vez en el viaje que subimos fotos. 
Pedimos unas cervezas más.

Volvimos caminando tranquilos por el costado de uno de los canales hasta el hotel, que no era tan cerca, pero Amsterdam es tan linda de noche que da para caminar.
Nos acostamos a dormir, aún estábamos cansados de la madrugada, fue un día súper largo!

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